Este verano, prueba la experiencia del cicloturismo
El cicloturismo consiste en hacer turismo pero realizando rutas en bicicleta. No se trata de viajar sin ton ni son, sino con un recorrido previamente trazado que se sabe que es perfectamente apto para la bici y del cual se conoce el nivel de dificultad. De esta manera, el viajero puede saber de antemano si la ruta es accesible, si necesita tener una cierta forma física o si puede llevar a sus hijos con él, por poner algunos ejemplos.
En esa ruta trazada siempre van a intercalarse lugares de interés, a los que pueden acudir muchos visitantes, con otros sitios que tal vez no sean conocidos pero que merece la pena ver por su belleza y por sus paisajes o porque son lugares totalmente auténticos y pintorescos.
Viajar sin estrés
Los que ya han probado este tipo de viajes destacan de ellos que son tranquilos y muy relajantes. Al contrario de lo que sucede con las rutas turísticas convencionales, no hay horarios. Nadie marca la hora a la que hay que salir por la mañana, aunque hay un horario recomendado, ni la hora de llegada, aunque se recomienda hacerlo con luz natural.El viajero tiene una ruta que muchas veces cuenta con trazados alternativos para poder ahorrar tiempo si se ha parado más de la cuenta en algún lugar o si el trazado original es demasiado largo y resulta excesivamente cansado.
Se señalan los lugares de interés y, además, se ofrecen listados de sitios recomendables para diferentes actividades, como la comida o las compras. También se ofrecen servicios de maletas, recogiendo las bolsas del viajero en el hotel durante la mañana y dejándolas en el siguiente establecimiento en el que pasarán la noche.
Disfrutar de lo que otros no ven
Además de ver sitios turísticos recomendables, el viajero en bicicleta tiene acceso a lugares que otros no ven porque al no estar en enclaves turístico son los incluyen en ninguna ruta convencional. Esto le proporciona una imagen del país mucho más completa y más cercana a la realidad.
Podrán comer en locales a los que no van turistas y en los cuales come la gente del lugar, disfrutando de la verdadera cocina típica. O podrán fotografiar paisajes que no están en las típicas postales pero que tienen una belleza igual de impactante. Y todo al ritmo que ellos marquen para su viaje en bici.
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